La ciudad de Córdoba ha recibido numerosos nombres en el pasado, como “Perla de la España Musulmana” o la “Constantinopla de Occidente”, apodos bien merecidos pues es quizás unas de las ciudades más bellas del mundo. En 1984, la UNESCO declaró la Mezquita-Catedral de Córdoba Patrimonio de la Humanidad y en 1994 amplió esta denominación a toda la parte de la ciudad que la rodea, el casco Viejo de la ciudad, uno de los más grandes de Europa al reconocer la importancia a nivel mundial de su herencia histórica. Córdoba debe gran parte de su belleza y encanto a su pasado árabe musulmán, a una época en la que reinó como centro de arte, cultura, medicina y ciencia llegando a ser capital de Al-Andalus, cuando la España musulmana alcanzó su máxima gloria. El periodo de mayor esplendor de Córdoba se inició en el siglo 8 tras la conquista musulmana, época en la que llegaron a construirse unas 300 mezquitas e innumerables palacios para rivalizar con el esplendor de Constantinopla, Damasco y Bagdad. En el siglo 13, bajo el reinado de Fernando III, el Santo, la Gran Mezquita de Córdoba se convirtió en una catedral y se levantaron nuevas murallas defensivas, entre las que destacan el Alcázar de los Reyes Cristianos y Torre Fortaleza de la Calahorra. En la actualidad el Centro Histórico de Córdoba se compone de las calles que rodean el monumento y de todas las parcelas de terreno abierto que conectan, junto con todos los bloques de casas que rodean la mezquita-catedral.
La gran Mezquita de Córdoba y actual catedral constituye el edificio más importante y simbólico de la ciudad, junto con el Puente Romano. Otros restos romanos que cabe destacar son el Templo Romano, el Teatro, el Mausoleo, el Foro Colonial, el Foro Adiectum, un anfiteatro y los restos del Palacio del Emperador Maximiano en el yacimiento arqueológico de Cercadilla. Cerca de la mezquita catedral se encuentra la judería, donde se ubica la Sinagoga y la Casa de Sefarad (un extraordinario museo sobre la cultura, historia y tradición sefardí). En la zona más situada al suroeste del casco antiguo se encuentra el Alcázar de los Reyes Cristianos con sus extraordinarios jardines; junto a este se encuentran las Caballerizas Reales, un criadero de caballos del conocido caballo andaluz. Cerca de los establos, junto a las murallas, se encuentran los Baños Árabes. El casco antiguo de la ciudad se encuentra rodeado por las murallas Román as, que incluyen la Puerta de Almodóvar, la Puerta de Sevilla y la Puerta del Puente, que son las únicas tres puertas que han quedado de las trece originales. Entre las torres y fortalezas se incluyen la Torre de la Malmuerta, la Torre de Belén y la Torre de la Puerta del Rincón. Entre los palacios más destacados del casco antiguo cabe mencionar al bellísimo Palacio de Viana (del siglo 14) y el Palacio de la Merced.
La gastronomía de Córdoba es tan diversa como su historia y en su cocina también se reflejan las influencias de las numerosas civilizaciones y culturas que una vez dominaron la ciudad.
La gastronomía de esta ciudad está repleta de color y ofrece una gran riqueza de sabores. Los cocineros cordobeses pueden incluir pimientos rojos, brillantes calabazas naranjas y uvas púrpuras en sus recetas, sazonadas con azafrán comino y otras especias exóticas que añaden un sabor único. Además, aunque Córdoba no es una ciudad costera, sus platos de pescados son sobresalientes. Los cordobeses se manejan perfectamente para cocinar con los productos disponibles en el mercado. En una ciudad como Córdoba hay innumerables platos y bebidas que constituyen toda una tentación para el paladar. La comida cordobesa es normalmente mediterránea y muy sabrosa. Algunas de las especialidades que puede disfrutar el visitante de la ciudad son: gazpacho, salmorejo, salchichón de pozo blanco; morcilla; rabo de toro; calamares frito, entre otros. Otro plato que no debe perderse ningún visitante son las tapas, pequeñas porciones de los platos mencionados junto con otros más variados (jamón, queso, marisco). Se consumen normalmente en la puerta de los bares junto con una bebida. Las tapas al tratarse de pequeñas porciones son una forma muy económica de probar todas las ofertas gastronómicas que ofrece una ciudad como Córdoba.
La extraordinaria y bella ciudad de Córdoba y los pueblos Puente Genil, Cabra y Dos Torres, cuenta con numerosos espacios escénicos impregnados de historia y leyenda de historia donde tanto asistentes como invitados podrán disfrutar de las numerosas actividades que ofrece el Festival. A continuación, os describimos algunos de ellos para que podáis empezar a disfrutar de la enorme calidad escénica con la que vamos a contar en esta edición.